Apariciones en prensaEntrevista a Jose Mari Gancedo por Juantxo Vega Aguinaga

28 de junio de 2021
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En octubre de 2019, el músico Juantxo Vega Aguinaga publicaba en el número 257 de la revista Txistulari una entrevista realizada a Jose Mari Gancedo, con el motivo de la creación del pirmer txistu cónico. Os dejamos la entrevista al completo a continuación, donde Jose Mari explica los motivos y las ventajas que le llevaron a fabricar los nuevos txistus de interior cónico KIMU y ENBOR:

Jose Mari Gancedo (Amurrio 1954) lleva 51 años fabricando txistus, y es uno de los constructores más reputados del país. Sus txistus, conocidos como Txistus Gancedo, son en realidad fruto de un trabajo en equipo entre él y su aita, Pepe Gancedo. Juntos han llevado la empresa desde los inicios, en 1968, hasta 2017, año en el que Pepe deja de trabajar en el taller. Desde entonces es Jose Mari quien lleva en exclusiva las riendas del negocio. Pepe tiene a día de hoy 95 años, pero sigue visitando el taller, está al tanto de todas las novedades, y mantiene una salud envidiable.

La historia de Txistus Gancedo empieza por un reto, como tantas otras en nuestro país. Cuando Jose Mari va a cumplir 14 años Pepe decide regalarle un txistu y se lo encarga al famoso txistulari y constructor Joaquín Landaluce, quien tarda más de seis meses en hacerlo. Pepe queda sorprendido y contrariado por la larga espera, y se lo comenta al entonces director de la banda de música de Amurrio, Arcadio de la Torre, quien le reta a fabricarlo él mismo. Espoleado por el desafío, Pepe se pone manos a la obra y construye su primer txistu. Debido a su inexperiencia y a la ausencia de buenos modelos, no es un instrumento de gran calidad. Cuando por fin recibe el de Joaquín Landaluce, Pepe queda admirado por su buena factura y siente el deseo de repetir el trabajo y mejorarlo. Es entonces cuando, en colaboración con su hijo, decide embarcarse en la aventura de construir txistus y comercializarlos. Corría el año 1968 y “Txistus Gancedo” inicia su andadura. Los primeros txistus fueron copias de aquel modelo de Joaquin Landaluce.

Jose Mari ha seguido los pasos de su aita no solo en la fabricación de txistus, sino también en su otra dedicación: la docencia. Ambos han sido profesores de máquina herramienta en el Instituto Zaraobe de Amurrio. Es en este instituto donde Jose Mari vio trabajar a su aita con los tornos desde su niñez, y aprendió de él el oficio. Podemos decir que para Jose Mari, Pepe ha sido a la vez su aita y su maestro.

Pepe dejó la docencia en 1989, año en el que se jubiló, y Jose Mari por su parte lo hizo en 2014. Ahora Jose Mari tiene más tiempo libre para dedicarlo a su gran pasión: la fabricación de txistus y la mejora de su calidad.

Hace muchos años que visito a Jose Mari periódicamente, bien para conocer sus últimas novedades, bien para pedirle algún retoque tanto de instrumentos suyos como de otros constructores. Siempre es un placer visitarle porque es un gran artesano de la madera, un perfeccionista que ha aprendido de su aita la satisfacción por el trabajo bien hecho, y un hombre generoso que me ha dedicado muchas horas de trabajo “gratis et amore”.

Jose Mari ha reflexionado mucho sobre cuáles son los parámetros que influyen en la mejora del sonido y la respuesta a la emisión. Fruto de estas cavilaciones es su último modelo, bautizado como “Enbor” (1) para el txistu de madera, y “Kimu” para el de ABS. Su principal particularidad es que tiene el interior cónico en vez de cilíndrico.

Empecemos hablando de tu última creación: el txistu Enbor. ¿Cómo se te ocurrió hacer un txistu con el interior cónico?

 

Me hicieron reflexionar dos imágenes que vi en internet. Una me la enseñaste tú, era un vídeo en el que se apreciaba muy bien cómo oscila el aire cuando incide contra el bisel (2); la otra era una imagen de la forma que adquieren las ondas estacionarias en los tubos cónicos.

Concluí que podría conseguir algún efecto interesante si la amplitud de onda era mayor en la zona de la embocadura, que es por donde el txistu emite la mayor parte del sonido. Por otro lado, Koldo Ulibarri, txistulari de Orduña, me enseñó una flauta de tres agujeros de la constructora Marie Hulsens que era cónica y me gustó. Todo ello me animó a intentarlo con el txistu.

Empecé a hacer pruebas sin saber a dónde iba a llegar, y los primeros resultados fueron positivos. A partir de ahí fui introduciendo mejoras.

Antes de que lo pudiera probar me comentaste que este txistu había superado tus expectativas. ¿Cuáles eran y en qué se han visto superadas?

La flauta de Marie Hulsens que acabo de mencionar estaba mejor afinada que nuestro txistu cilíndrico tradicional, por lo que esperaba una mejoría en la afinación, que también se vería beneficiada por la reducción del tamaño de las chimeneas de los agujeros. En cuanto a la sonoridad, esperaba un aumento en las notas graves, y, por lo tanto, un mayor equilibrio entre graves y agudos. Todo esto se ha cumplido con creces, pero lo que más me ha sorprendido es la mejora en la calidad del sonido. Es un sonido mucho más limpio, que además responde bien a la articulación porque carece por completo de “chasquidos” indeseables.

La reducción del tamaño de la chimenea de los agujeros que acabas de mencionar la he visto en muchos instrumentos, no solo en txistus. ¿Qué efecto tiene en el sonido?

Más que en el sonido tiene efecto en la afinación, porque cuando destapamos un agujero, la chimenea se comporta como si fuera un trocito más de tubo y reduce, por así decirlo, la efectividad del agujero. Cuanto más disminuimos la chimenea, el agujero se comporta mejor.

 

 

 

 

 

 

Entre las flautas de tres agujeros que se tocan en España, ¿hay alguna con el interior cónico?

Sí, las hay: las gaitas charras que utilizan en Aliste y en Zamora y el pito rociero de Huelva son cónicos.

Somos ya unos cuantos los txistularis que hemos probado el txistu Enbor. ¿Qué opiniones has recibido?

Les ha sorprendido a todos para bien. Es un instrumento más equilibrado, la afinación ha mejorado mucho, es más flexible… todas las opiniones han sido muy positivas.

¿Vas a seguir fabricando el modelo anterior o a partir de ahora todos tus txistus van a ser cónicos?

A partir de ahora todos mis txistus van a ser cónicos. Y estoy convencido de que dentro de unos años todos lo serán: todo son ventajas.

¿También vas a intentarlo con el silbote y el resto de instrumentos de la familia?

Sí, sin duda voy a intentarlo con todos. Pero me va a llevar tiempo, porque tengo que diseñar una herramienta apropiada para cada uno de ellos. Y como no se acierta a la primera esto me va a suponer mucho trabajo, hasta dar con las conicidades apropiadas para cada tamaño de la familia.

Otra característica de vuestros txistus es el sistema para regular la inclinación del canal con respecto al bisel. ¿Cómo influye la inclinación del canal en el sonido?

Uno de los problemas a los que nos enfrentamos los constructores de este tipo de instrumentos es el de la correcta incidencia del aire sobre el bisel. Este sistema nos permite ajustar con precisión el ángulo de incidencia para lograr el máximo rendimiento. Hay que tener en cuenta que el aire sale del canal a mucha velocidad, y cualquier pequeña variación tiene un efecto notable.

Háblame del txistu en mi bemol. Hoy en día muchos txistularis lo usan, pero quizás no muchos sepan que fuiste el primero en fabricar uno.

Cierto, cierto. El primero lo construimos en 2003. Me propusisteis el reto de hacer un txistu en mi bemol al objeto de reforzar la sonoridad de la segunda voz de la banda de txistularis. Diseñamos un txistu con un diámetro interno algo mayor que el de fa, con el que actualmente podemos tocar en tres afinaciones distintas manteniendo el mismo cabezal: mi, mi bemol y re.

Hace unos meses vine a visitarte al taller con mi amigo Juan Ramón Ullibarri, y estuvimos tocando dúos renacentistas con el txistu en mi bemol y el silbote en si bemol. Para ambos fue una sorpresa lo bien que empastan estos dos instrumentos. Sonaba tan bien que me abdujisteis, como el flautista de Hamelín a los ratones. No podía poner en marcha el torno para hacer un trabajo que tenía pendiente porque no podía dejar de escucharos. Así de bonito sonaba (3).

Además de tus instrumentos también has hecho copias de txistus antiguos. ¿Cuál es el instrumento más antiguo que has reproducido o reparado?

No sabría decirte. He reproducido y reparado txistus muy antiguos. Tengo un recuerdo especial de un txistu precioso hecho en ébano y plata que me lo trajeron para darle un repaso y ponerlo a punto. Al soltarle la lengüeta vi que estaba grabada por debajo, por la parte interna, y ponía que estaba construido en Paris y la fecha. No recuerdo que pusiera ningún nombre por lo que desconozco quién era el fabricante.

¿Qué características tenían el sonido y la afinación de estos txistus antiguos?

Eran instrumentos muy sonoros y brillantes en las notas agudas y no solían pasar del la; el si y el do agudos eran imposibles. El sonido de los graves, sin embargo, no era limpio, sino airoso y “contaminado”. En cuanto a la afinación cada constructor los hacía según su saber y entender. He rehecho y reparado txistus antiguos afinados de maneras muy distintas.

También has hecho y reparado flautas de tres orificios de otros lugares. ¿De dónde?

He reproducido las flautas que usan en el Pirineo oscense, más en concreto en Yebra de Basa y en Jaca. De éstas he hecho unas cuantas. Y también he hecho pitos rocieros, que se tocan en Huelva.

 

Si comparamos vuestro primer txistu, la copia del modelo de Joaquin Landaluce, con el último, el txistu Enbor, ¿cuales son sus principales diferencias?

Son completamente distintos en sus materiales y en sus geometrías. Aquellos txistus eran de ebonita, que daba un sonido muy fuerte y brillante pero también m

uy ácido.

Los actuales están construidos en madera de granadillo. El ébano no lo utilizamos porque no nos da buen resultado. Pero sobre todo han variado las geometrías. Los biseles son diferentes, las boquillas son diferentes, la distancia entre el bisel y el centro del diámetro interno es distinta, las posiciones de los agujeros, chimeneas,… todo es distinto.

Tu aita dejó de trabajar en el taller en el 2017 y ahora estás tu solo. ¿Has pensado en formar y en transmitir tus conocimientos a jóvenes que compartan tu pasión por este oficio?

Si, pienso en ello. Por ahora veo lejano el momento de dejarlo. Pero cuando sienta que faltan pocos años, hablaré con las instituciones para ver si puedo encontrar una manera de transmitir aquí en el taller todos mis conocimientos a jóvenes que estén interesados.

Tras esta entrevista una cosa que me queda clara es que no vas a dedicar el tiempo libre que te proporciona tu jubilación a vigilar obras, o a dar de comer a las palomas en el parque.

¿Cómo imaginas tu día a día en el futuro?

Tienes toda la razón, no me voy a dedicar a mirar obras. Mi idea para el futuro es dedicar todas las mañanas a esta pasión de construir txistus. Por las tardes echaré la siesta y seguramente segaré la hierba de una finca que tenemos aquí cerca, en Mendeika.

Solo me queda darte las gracias por tus 51 años en el oficio y desear que sigas haciendo txistus durante muchos años más. Y que los disfrutemos.

Eskerrik asko Juantxo!